¿Qué tipo de ventanas existen? - Por tipo de vidrio
Las ventanas mal diseñadas y el vidrio ineficiente pueden hacer que una casa sea demasiado fría o calurosa y aumentar la demanda de calefacción y aire acondicionado. La elección del vidrio en este caso es clave junto con el soporte del mismo.
Las ventanas mal diseñadas y el vidrio ineficiente pueden hacer que una casa sea demasiado fría o calurosa y aumentar la demanda de calefacción y aire acondicionado. De hecho, uno de los mayores cambios que puedes lograr en una casa antigua es la sustitución de las ventanas por otras más eficientes. La elección del vidrio en este caso es clave junto con el soporte del mismo.
Vidrios monolíticos
Se define un vidrio monolítico como el de una sola capa de masa vítrea. Existe una enorme variedad, por composición química, por espesor y en dimensiones de fabricación. Y además puede llevar diferentes tratamientos para cumplir de esta forma distintas necesidades. Los podemos encontrar en espesores que van desde 3 a 25 mm.
Este vidrio es la base fundamental sobre la que se estructura la fabricación y manufactura del resto de vidrios ya sean templados, laminados, doble acristalamiento e incluso los curvados.
Vidrios templados
Un vidrio templado, básicamente, es un vidrio monolítico sometido a un proceso de calentamiento y enfriamiento en un corto espacio de tiempo. De esta forma aumenta su resistencia a las tensiones de origen mecánico y térmico.
Su principal característica es la enorme resistencia a choques. Además estos vidrios tienen un buen comportamiento y resistencia a la flexotracción. Y son resistente a diferencias de temperaturas, soportando variaciones de hasta 200 grados. Por lo que son más conocidos, es porque tienen una rotura muy característica en pequeños trozos, minimizando heridas por cortes profundos.
A diferencia del vidrio laminado, el templado al romperse no van a quedar adheridos los trocitos, pero aun así son un excelente componente para la seguridad.
Y a partir de estos vidrios templados se podrán hacer vidrios compuestos como doble acristalamiento o laminados.
Vidrios laminados
Los vidrios laminados, se componen de dos o más vidrios unidos por interposición de una o varias laminas de plástico (Butiral de polivinilo). Esta unión se realiza mediante tratamiento térmico y de presión.
Si se varía el número o el espesor de cada una de las capas, se consiguen distintas composiciones de vidrio laminado. Por ejemplo, para aumentar más las propiedades de seguridad de un vidrio laminado, la solución sería colocar varios vidrios templados, así se consigue aún más resistencia a los impactos.
Además, esta protección extra ayuda contra la radiación ultravioleta, absorbiendo más del 95% de estos rayos, que son los causantes del decoloramiento de los muebles y de los tejidos. Así que en general son muy estables al soleamiento.
Vidrios bajo emisivos “Low-e”
También llamado vidrio de baja emisividad o Low-e, se caracterizan por una emisividad de la superficie del vidrio muy baja.
Es un producto energéticamente eficiente de alta calidad que puede reflejar hasta el 70% del calor interior. Por lo que te ayuda a aislar térmicamente sin mermar la cantidad de luz que deja pasar.
Se trata de un vidrio doble, térmicamente reforzado al que se le añade una fina capa transparente en una de sus laminas de tal manera que además de sus funciones de doble vidrio, impide que la energía ya sea frío o calor generada en el interior se escape.
La baja emisividad anula el efecto de “pared fría” por lo que sí tocas el vidrio no tendrás una sensación de cambio de temperatura. Tiene el poder de reducir la transmitancia térmica en más de un 60% que un vidrio simple. Por ejemplo, si el valor de transmisión térmica en un vidrio simple es de 5.8, pero si pusiéramos un vidrio doble normal con una cámara de aire de 12 mm la transmitancia térmica sería de 2.8 y con un vidrio de baja emisividad sería de 1.8, un 69% menos.
Este vidrio Low-e es muy recomendable en zonas donde los inviernos son fríos y largos; y en los que es recomendable realmente aprovechar al máximo el calor generado por calefacción.
También los vidrios Low-e se puede enfocar en control solar, es un vidrio doble térmicamente reforzado muy similar al anterior. En este caso la lámina que se añade entre sus dos vidrios reduce la cantidad de calor solar o energía de onda larga. Lógicamente, este tipo de vidrio es útil si se coloca en ventanas que reciban radiación solar directa no deseada.
Es importante estudiar cada caso y valorar si las perdidas de ganancias de calor en épocas de fríos son aceptables o bien, complementarla con vidrios de baja emisividad para reforzar el aislamiento en invierno.
Dentro de los vidrios de control solar tenemos los vidrios de alta selectividad, son los vidrios de control solar que permiten el paso de grandes porcentajes de luz.
Vidrio con cámara o doble acristalamiento.
Los vidrios con cámara, son vidrios formados por dos o más hojas separadas por una cámara intermedia generalmente de aire deshidratado. Esta cámara esta sellada herméticamente y lo que hace es aumentar el aislamiento térmico.
También podrás encontrar vidrios con triple acristalamiento o doble cámara en los que se incorpora una hoja adicional de vidrio generando dos cámaras.
La cámara de aire se encarga de reducir la transferencia de calor.
Como imaginarás, estos vidrios con cámara se pueden combinar con otras funcionalidades de aislamiento acústico reforzado, control solar, baja emisividad, refuerzos de seguridad, antisuciedad, etc.
¿Qué cosas debemos tener en cuenta en este tipo de vidrios?
Espesor de cada vidrio
El espesor de cada vidrio, así como si son dobles o no.
Se define un vidrio monolítico como el de una sola capa de masa vítrea. Existe una enorme variedad, por composición química, por espesor y en dimensiones de fabricación. Y además puede llevar diferentes tratamientos para cumplir de esta forma distintas necesidades. Los podemos encontrar en espesores que van desde 3 a 25 mm. Este vidrio es la base fundamental sobre la que se estructura la fabricación y manufactura del resto de vidrios ya sean templados, laminados, doble acristalamiento e incluso los curvados. Vidrios templados. Un vidrio templado, básicamente, es un vidrio monolítico sometido a un proceso de calentamiento y enfriamiento en un corto espacio de tiempo. De esta forma aumenta su resistencia a las tensiones de origen mecánico y térmico. Su principal característica es la enorme resistencia a choques. Además estos vidrios tienen un buen comportamiento y resistencia a la flexotracción. Y son resistente a diferencias de temperaturas, soportando variaciones de hasta 200 grados. Por lo que son más conocidos, es porque tienen una rotura muy característica en pequeños trozos, minimizando heridas por cortes profundos. A diferencia del vidrio laminado, el templado al romperse no van a quedar adheridos los trocitos, pero aun así son un excelente componente para la seguridad. Y a partir de estos vidrios templados se podrán hacer vidrios compuestos como doble acristalamiento o laminados. Vidrios laminados. Los vidrios laminados, se componen de dos o más vidrios unidos por interposición de una o varias laminas de plástico (Butiral de polivinilo). Esta unión se realiza mediante tratamiento térmico y de presión. Si se varía el número o el espesor de cada una de las capas, se consiguen distintas composiciones de vidrio laminado. Por ejemplo, para aumentar más las propiedades de seguridad de un vidrio laminado, la solución sería colocar varios vidrios templados, así se consigue aún más resistencia a los impactos. Además, esta protección extra ayuda contra la radiación ultravioleta, absorbiendo más del 95% de estos rayos, que son los causantes del decoloramiento de los muebles y de los tejidos. Así que en general son muy estables al soleamiento. Vidrios bajo emisivos “Low-e” También llamado vidrio de baja emisividad o Low-e, se caracterizan por una emisividad de la superficie del vidrio muy baja. Es un producto energéticamente eficiente de alta calidad que puede reflejar hasta el 70% del calor interior. Por lo que te ayuda a aislar térmicamente sin mermar la cantidad de luz que deja pasar. Se trata de un vidrio doble, térmicamente reforzado al que se le añade una fina capa transparente en una de sus laminas de tal manera que además de sus funciones de doble vidrio, impide que la energía ya sea frío o calor generada en el interior se escape. La baja emisividad anula el efecto de “pared fría” por lo que sí tocas el vidrio no tendrás una sensación de cambio de temperatura. Tiene el poder de reducir la transmitancia térmica en más de un 60% que un vidrio simple. Por ejemplo, si el valor de transmisión térmica en un vidrio simple es de 5.8, pero si pusiéramos un vidrio doble normal con una cámara de aire de 12 mm la transmitancia térmica sería de 2.8 y con un vidrio de baja emisividad sería de 1.8, un 69% menos. Este vidrio Low-e es muy recomendable en zonas donde los inviernos son fríos y largos; y en los que es recomendable realmente aprovechar al máximo el calor generado por calefacción. También los vidrios Low-e se puede enfocar en control solar, es un vidrio doble térmicamente reforzado muy similar al anterior. En este caso la lámina que se añade entre sus dos vidrios reduce la cantidad de calor solar o energía de onda larga. Lógicamente, este tipo de vidrio es útil si se coloca en ventanas que reciban radiación solar directa no deseada. Es importante estudiar cada caso y valorar si las perdidas de ganancias de calor en épocas de fríos son aceptables o bien, complementarla con vidrios de baja emisividad para reforzar el aislamiento en invierno. Dentro de los vidrios de control solar tenemos los vidrios de alta selectividad, son los vidrios de control solar que permiten el paso de grandes porcentajes de luz. Vidrio con cámara o doble acristalamiento. Los vidrios con cámara, son vidrios formados por dos o más hojas separadas por una cámara intermedia generalmente de aire deshidratado. Esta cámara esta sellada herméticamente y lo que hace es aumentar el aislamiento térmico. También podrás encontrar vidrios con triple acristalamiento o doble cámara en los que se incorpora una hoja adicional de vidrio generando dos cámaras. La cámara de aire se encarga de reducir la transferencia de calor. Como imaginarás, estos vidrios con cámara se pueden combinar con otras funcionalidades de aislamiento acústico reforzado, control solar, baja emisividad, refuerzos de seguridad, antisuciedad, etc. ¿Qué cosas debemos tener en cuenta en este tipo de vidrios? Espesor de cada vidrio El espesor de cada vidrio, así como si son dobles o no. Espacio entre vidrios o espesor de la cámara
El espacio típico entre paneles varía entre 6 mm a 20 mm, a mayor espesor de cámara, mayor aislamiento térmico. Casi siempre se recomienda un espacio mínimo de 12 mm para un rendimiento térmico óptimo. Alternativamente para control acústico y para reducir ruidos de baja frecuencia como tráfico o aviones, el espacio de aire optimo recomendado siempre es mucho mayor.
A parte del aire deshidratado la cámara puede rellenarse con otro tipo de gases. El gas más popular utilizado es el Argón, que tiene propiedades de baja conductividad, es usado en climas más fríos.
Vidrios de control solar y baja emisividad
A pesar de que los vidrios de baja emisividad presentan prestaciones de factor solar, en ocasiones será necesario poner también una protección mayor sin renunciar a la baja emisividad.
El doble acristalamiento permite la combinación de vidrios, se pone 1 vidrio de Low-E y el interior se pone claro. De esta forma se consigue un fuerte control solar al exterior, sin producir efecto invernadero.
Algo que debes considerar en estos casos de usar vidrios de baja emisividad, es que funcionarán de forma diferente, dependiendo de la dirección en la que se enfrente el recubrimiento. En ventanas de doble acristalamiento este vidrio puede colocarse en una cara particular de cada vidrio dependiendo de lo que deseas lograr.
Para climas cálidos donde la reducción del calor en verano es una prioridad, el recubrimiento debe colocarse en la superficie interna del panel exterior. Esto va a minimizar el calor que ingresa dentro y reflejará hacia el exterior. En climas fríos en donde buscamos retener el calor en el interior, el recubrimiento funcionará mejor si se coloca mirando hacia fuera en el panel interior.
Otra cosa que debes tener en cuenta, es que los vidrios de baja emisividad reflejan y absorben más energía de los vidrios tradicionales. Por esta razón, su instalación en ventanas correderas debes tener en cuenta que cuando las hojas estén superpuestas puede dar lugar a una acumulación de energía excesiva, llegando a producir alguna rotura de origen térmico en el vidrio.
Vidrios esmerilados
Es un tipo de vidrio que tiene un tratamiento específico y un acabado a la superficie con una estética mate, que de esta forma se evita que la huella dactilares se impriman en ella. Se fabrica a partir de un vidrio flotado de alta calidad, que después del tratamiento se consigue una superficie difumina la luz y transforma al vidrio inicial en traslucido.
Vidrio lacado
Un vidrio actual muy usado en decoración y arquitectura de interiores. Se trata de un vidrio de color que se consigue aplicando a una de las caras una pintura termoendurecida (pintura cerámica) para dotarlo así de color y brillo.
Vidrios inteligentes
Los vidrios inteligentes son los capaces de cambiar alguna propiedad frente algún cambio en el ambiente donde se encuentra.
Dentro de este grupo tenemos:
- Los vidrios fotocrómicos varían su transparencia en función de la intensidad de luz incidente.
- Vidrios termocrómicos cambian con la temperatura y
- Los vidrios electrocrómicos pierden su transparencia al aplicar una corriente eléctrica.
Desde el punto de vista del ahorro energético en la elección de los sistemas se debe tener en cuenta:
- Los vidrios de baja emisividad que aumentan el aislamiento térmico (mejor cuanto menor sea la emisividad).
- Para la elección del tipo de vidrio al aumentar el espesor de la cámara en los dobles acristalamientos mejoran las prestaciones térmicas, hasta espesores de cámara de un máximo de 16mm.
- Los vidrios de bajo factor solar reducen el calor aportado por el sol, dejando pasar la luz, por lo que es recomendable su utilización en ventanas que reciben radiación solar directa (orientaciones sur, sureste, suroeste, este y oeste).
- Los vidrios laminares presentan mejor comportamiento acústico, mejorando las prestaciones los laminares acústicos.
Una vez dicho esto, como pudiste ver, para escoger ventanas no es tan sólo decidir el tipo de apertura o el cristal, tendrás que tener en cuenta varios factores y nuestra recomendación es que, cada caso habrá que estudiarlo y dejarse asesorar por un experto.